Hooolaaaa…
Ya
sé que han pasado más de 2 meses desde la última vez que me pasé por aquí, pero
como bien indica el título de este post, he estado ocupada con otras cosas más
importantes y no he encontrado, hasta ahora el momento de ponerme a escribir. Aun
así, me acojo a ese refrán de… ¡“nunca es
tarde si la dicha es buena”!
Y
ahora…¡iré al tajo! Y sí, voy a reflexionar sobre “lo que de verdad importa”. Qué profundo, ¿verdad? Pero es tan
necesario pensar en ello cada poco…que intento tener esto siempre presente en
mi día a día y de manera continua. Tendríamos que gastar neuronas a diario en
pensar y valorar lo que importa y lo que no, para no caer en chorradas y no
venirnos abajo por ello.
Y dado el encaje de este post, os animo a que conozcáis la Fundación "Lo que de verdad importa" y a que veáis su película porque no os dejará indiferentes:
Retomando mi reflexión...
¿Qué
pasa, por ejemplo, cuando tenemos un mal día por algo que nos ha ocurrido en el
trabajo?.
Parece que se nos viene el mundo encima ¿verdad?, que ya no servimos
para nada, que se han alineado los astros para hacernos una jugarreta, que todo
el mundo nos pone zancadillas, vamos tras la búsqueda del culpable, etc… y como
damos por hecho que todo es así, aparece el momento en el que “cruzamos” en
todos los sentidos y entonces… “de la que el Pisuerga pasa por Valladolid” pues
aprovechamos la ocasión para discutir con la pareja, para estar agrios con los
compañeros, para actuar de manera borde en general, etc.
Y digo yo… ¿nos sirve
de algo pasar por este estado tan negativo que hasta nos envejece? La respuesta es sencilla: NOOOOOOOOOOOO!!!
No
sirve de nada. Es evidente que el problema ya ha sucedido, por lo que… ¿de qué nos
sirve torcer?... ¿qué tal si pensamos que ocurrió “porque tenía que ocurrir”? (sí, soy mucho de creer en el destino y la
frase “las cosas pasan pq tienen que pasar” la llevo a rajatabla).
Si con esa actitud negativa/derrotista que aparece
se resolviera la situación, pues podría hasta interesarnos “torcer” ¿verdad?
pero dado que no es el caso… ¿no será mejor afrontar las cosas de otra forma y
darle la vuelta a lo negativo?. Recomiendo ver el vaso medio lleno, siempre!! 😉
Mi
abuela, durante toda su vida y ante “enfados gratuitos” que me podían surgir
por tonterías, siempre me decía esta frase: “tranquilaaaaa… todo tiene solución
en esta vida, menos la muerte”. Y me hacía hablar del enfado en cuestión (cuál
psicóloga) para que yo, al decirlo en voz alta y sacar todo lo que tenía
dentro, encontrase la solución al “problema” que me había avinagrado. Y os
puedo asegurar que si ahora pienso como pienso y soy como soy, mucho viene
provocado por estas conversaciones, esa frase y esa gran persona que fue mi
abuela materna.
¿Por
qué dar tanta importancia a cosas que realmente no lo son tanto?. Es evidente que todo tiene solución en esta vida, menos la muerte y es ahí, en esos momentos malos, cuando
tenemos que poner la mente fría y decir: “qué será mejor, que haya tenido un
problemilla en el trabajo (por ejemplo!) o que me detecten una enfermedad mala mañana?”… y así,
tus pies vuelven al suelo y tu mente comienza a trabajar de manera positiva.
Harás entonces que relativices las cosas, que busques el lado positivo de todo
y que pongas sobre la mesa la posible solución para no anclarte en el problema.
Debes cuidar tu salud mental y ser feliz...
Por
tanto:
- No nos volvamos agrios a la mínima de cambio
- Recordemos que siempre hay cosas peores
- No olvidemos que el vaso siempre está lleno o medio lleno (pero no medio vacío)
- Nadie tiene la culpa de nuestros sentimientos
- No debemos olvidarnos de ser feliz
Vamos
entonces a llevar todo esto a raya y nos irá mucho mejor a todos… por nuestro
bien y por el de las personas que nos rodean.
Y
ahora… a seguir viviendo, que es lo que importa!!
Nos leemos prontito…
Besinos,
Rebe
No hay comentarios:
Publicar un comentario