Hola, holi!
Casi
se acaba el año y apenas me he pasado por aquí...😡
Pero
si echo la vista atrás, es normal que no haya tenido ocasión de
dejar mis reflexiones por escrito porque no he parado!😌 Vaya 9 meses
de viajes y lo que me queda. De todas formas, de eso ya hablaré otro
día (sobre lo que me gusta viajar por trabajo). Ahora, quiero dejar
plasmado lo que lleva tiempo rondando mi cabeza:
TENER
MIEDO AL MIEDO!
Qué
profunda, verdad? Pero digamos que ha sido el tiempo que tenemos hoy
en Oviedo el que me ha hecho aterrizar estos pensamientos. Y es que,
tengo muchas dudas e intrigas al respecto...
¿Alguna vez os habéis
parado a pensar, qué sentís cuando sentís miedo? ¡A ver cómo me
explico!
No
sé si a vosotros os pasa, pero yo estoy harta de escuchar las
típicas frases hechas, pero que confieso que también utilizo en
muchas ocasiones, del tipo:
- Hay que atreverse a salir de la zona de confort
- Hazlo, y si te da miedo, hazlo con miedo
- No se puede vivir pensando en qué pasará
- Persigue tus sueños
- Si no lo haces te vas a arrepentir
- Si fue algo bueno fue increíble, si fue algo malo fue una experiencia
Y
un largo etc en esta línea…
Pero
sin embargo, he de confesar que aunque son el late
motiv
de mi vida, apenas me atrevo a llevarlas a cabo, ya que en muchas
ocasiones el miedo se apodera de mi. Me encantaría hacerle frente,
ignorarlo, encerrarlo en un cuarto con llave y no dejarle salir
nunca… pero nada, cada poco aparece y no puedo evitarlo. ¡Me gana
siempre la partida y no veáis la rabia que me da! 😩
Quiero dejarme
llevar, no pensar todo mil veces (y eso que soy bastante impulsiva
para muchas cosas), disfrutar de lo que la vida me pone en mi camino,
dar rienda a lo que mi corazón siente y pide, aunque la cabeza vaya
por otro lado,… pero no es fácil. Nada, pero que nada fácil. Mi
amigo “miedo” siempre aparece y yo
no hago más que preguntarle… “pero ¿quién te ha llamado?”.
Y
es ahí, con él presente, cuando todo mi mundo se pasa al lado
oscuro y hace que me haga continuamente esta pregunta: ¿en serio es
necesario sufrir en esta vida para disfrutarla?.
Estoy
harta de asistir a un montón de charlas, cursos, seminarios en donde
todos los ponentes sueltan la tan manida expresión de: “debes
aprender a salir de tu zona de confort”.
Y yo, cual resorte según la
escucho, me digo a mi misma “ja, ja, ja...ni que fuera tan fácil”.
Pero sin embargo, yo misma cuando tengo miedo al miedo, me repito
“sólo tengo una vida, estoy de paso y debo disfrutarla, luchando
por lo que quiero”. Pero sí... este pensamiento me dura muy
poquito tiempo, cuando me doy cuenta que no estoy sola y que mis
acciones y decisiones, aunque son mías y sólo mías, revierten y
alcanzan a muchas más personas. Personas a las que precisamente
hacerles daño es lo último que quieres... y claro, ¿qué haces?
Pues no queda otra que claudicar y volver al lado de “miedo”. Qué
injusto, verdad?
Sólo sé que si estuviera sola, todo sería diferente!.
“Miedo” no existiría y mi vida sería mía y sólo mía. Pero
sí, también es verdad que la soledad continua debe ser muy dura
(ale, ya tengo de qué reflexionar en otro post).
La
cosa es que por no hacer daño, por no defraudar, por intentar hacer
siempre lo correcto... creo que he dejado de VIVIR para dedicarme a
FLUIR. Qué pena y qué duro, pero qué real!
Me
encantaría vivir la vida que quiero en cada momento, lanzarme a la
piscina (y me da igual si no tiene agua... si me lesiono, ya me
recuperaré), disfrutar, reír, intentar conseguir mis sueños... en
definitiva, lucharía por hacer lo que quiero en cada instante sin
tener miedo, sin darle a todo mil vueltas, sin ser juzgada, sin
pensar en las consecuencias,... pero está claro que no puede ser. ¿O
quizás algún día aprenda a cambiar y podré VIVIR sin que “miedo”
exista?
Me
queda mucha vida (al menos, eso espero con mis 38 añitos que tengo)
y ojalá que mi carácter optimista, luchador y fuerte me lleve a
conseguirlo. Sólo espero que no sea demasiado tarde para empezar a
vivir!
Sólo
sé que si “miedo” no estuviera junto a mi, tendría otra vida
ahora mismo... No estaría viviendo en Oviedo, ni trabajando en donde
estoy, seguramente tendría a la venta mi casa, vestiría de otra
forma, estaría rodeada de otras personas, moviéndome en otros
ambientes, haciendo lo que quiero en cada momento, etc...
En
fin... qué jodido es “miedo”!!! O quizás me acompaña para
“frenarme”? Ahí dejo pensando a mi cabeza!
Pues
eso, que voy a poner todo en el asador para hacerle un cuarto oscuro
a “miedo” y dejar de tenerle miedo. Os contaré si lo logro!
Besinos,
Rebe