Hola hola…
Otro día más me paso por aquí
para dejar plasmados mis pensamientos. Y en esta ocasión, le toca el turno a un
asunto que cada día brilla más por su ausencia: la gratitud, o lo que es lo
mismo, el ser agradecido.
Desde que tengo uso de razón, en
mi familia me educaron teniendo siempre muy presentes dos palabras: por favor y
gracias… y ahora, viendo lo que nos rodea, no dejo de dar gracias a mis padres
por haberme educado con estos valores. Con el valor de la gratitud y el de la
cortesía.
Y centrándome en el primero, no
para de venirme una pregunta a la mente ¿en serio cuesta tanto ser amable?. No
me entra en la cabeza que cada día que pasa, las personas vayamos a peor en
lugar de intentar crecer para convertirnos en mejores personas, para que cuando
llegue nuestro último sueño todo el
mundo pueda recordarnos así…
¿Por qué no se dan las gracias
cuando se merecen?, ¿por qué no se valoran las cosas que otros hacen por y para
nosotros?, ¿por qué no somos más amables, potenciando así aumentar el uso de
esta palabra?.
Se me ocurren mil ejemplos, pero voy a analizar 4 hechos que me
han ocurrido esta semana pasada y que son, en parte, los que han hecho que
podáis ester leyendo este post:
𝟭. Puerta del portal: Seguro que antes de
seguir leyendo ya sabéis a qué puedo referirme, verdad? Si es que tengo claro
que la mala educación, en este sentido, está a la orden del día! ¿es tan
complicado esperar por el vecino que viene detrás de ti por el portal y que,
como tú se destina a salir, que tienes que soltarle la puerta en sus narices porque no has podido esperar 3 ridículos segundos para
mantenérsela abierta?. No puedo entender estas actitudes! Aún así, ya os
adelanto que yo nunca le estamparé la puerta en la cara a un vecino, porque así me han enseñado y porque
considero que es lo que hay que hacer, como gesto de amabilidad.
Mi estanque donde adopté al pez! |
𝟮. Pez de mis vecinos: A finales de junio, al llegar un día a mi casa coincidí con unos vecinos que se iban de vacaciones… y al desearles un buen viaje a los 4 (padres e hijos) me corrigieron diciéndome que se iban 5… que se llevaban al pez del hijo mayor porque no podían dejarlo solo en casa. Al ver que lo decían con un semblante de resignación, me ofrecí a “adoptarlo temporalmente” en mi estanque (tengo uno en mi patio con 8 peces) hasta su regreso. ¿Qué me costaba? Nadaaaaa!!. Ellos se fueron más a gusto y el pez quedó mucho más feliz. Pues bien, mis vecinos ya han regresado, el pez ha vuelto a su casa y me han agradecido tal detalle trayéndome un regalo de sus vacaciones. ¿No es genial ser amable?. Evidentemente las cosas no se hacen por esperar nada a cambio, pero “es de bien nacidos ser agradecidos” y ellos han valorado tanto tal gesto que optaron por “gratificarmelo”. Y eso que a mí no me constó ningún esfuerzo.
𝟯. Canal youtube de mi marido: Como no recuerdo si ya os
dijo que Oscar tiene un hobyy muy “friki”… pues por si acaso, os lo cuento. Le
encanta la tecnología en general, pero ahora está muy centrado en el mundo de
las impresoras 3D.
No puede haber un agradecimiento mejor! ;-) |
Y dado que es autodidacta y por ello se tiene que buscar mucho
la vida para aprender todo lo que le llama la atención, un día pensó que podía compartir
el conocimiento que iba adquiriendo con todas las personas “que fueran como él”
(especialmente porque en español hay muy pocos tutoriales de todo este mundillo).
Así es que hace 3 meses abrió un canal de Youtube…(Visuall_3D // Canal de impresión 3D) en donde a día de hoy ya cuenta con cerca de
5.000 visitas, más de 150 seguidores y varias participaciones en diferentes
blogs relacionados. Pero lo mejor no es eso! Lo mejor es que hay muchas
personas que le agradecen ese tiempo y esfuerzo que dedica para que todos los
que le siguen/vean puedan saber lo mismo que él (os recuerdo que ese NO es ese
su trabajo) y así enriquecerse mutuamente. Y os aseguro que su ilusión ante
este “proyecto” es máxima al ver que recoge el fruto esperado!. ¿A que no
cuesta nada ayudar y dar gracias?
𝟰. Sacar el perro de mis vecinos: Sabéis que una de mis
pasiones es mi perro Anko. Pues en la urbanización donde vivimos (NOTA: Lo de
la puerta del portal es en el edificio de mi oficina eh? 😜) tiene a Xiana como “novia
fictícea” (lo de fictícea es porque muy a su pesar, el amor no es recíproco) y a Lana como amiga.
Suelen coincidir siempre en el parque y se lo pasan genial… Pues la semana
pasada, los “padres” de Lana me
comentaron que tenían planes para el fin de semana pero no podían irse porque
la “tía” de Lana (que es la que la cuida en ausencia de estos) no estaba para
que quedara a su cargo. Automáticamente me ofrecí a hacerlo yo… ¿qué me costaba si
yo ya tenía que sacar al mío?. Así es que al final los convencí y quedé de
niñera de Lana y así, todos encantados. ¿Me ha costado un sobresfuerzo? Pues
claro que noooo y sin embargo mis vecinos me agradecieron tal hecho como si les
hubiera regalado millones!
Y si sigo poniendo ejemplos,
haría un post enorme porque tengo muuuchos más y seguro que vosotros otros
tantos… Aún así, estoy segura que todos nos llevarían a la misma meta:
- ¿Qué nos cuesta ser amables?
- ¿Cuánto cuesta agradecer las cosas?
- ¿Por qué no seremos mejores personas cada día?
- Si todos hiciéramos favores, el mundo iría mucho mejor
Y hablando de hacer favores…
¿habéis visto esta película?
... si cada día la tuviéramos presente, todo iría mucho mejor! Os animo a
verla/recordarla.
Yo sólo sé, que aunque cada día
haya más desagradecido y mal educado, no pienso cambiar. Seré fiel a mis
principios, a mi educación y no abandonaré mi lado optimista que me dice que si
todos seguimos haciendo el bien, los que no lo hacen se verán obligados a
cambiar, porque remar contra corriente agota.
Así que os animo a que sigamos por
el buen camino, en la buena dirección y sobre todo, que:
𝟭. Ayudemos a la gente
𝟮. Seamos buenas personas
𝟯. Seamos agradecidos
𝟰. Compartamos lo que
tenemos/sabemos
Y debemos hacer todo esto por la gente y
por nosotros mismos. Os aseguro que dormiremos mucho mejor sintiendo que hemos
hecho algo bueno por/para alguien y porque como se suele decir… “todo vuelve”, así
que nuestra recompensa llegará, aunque no hay que hacer las cosas por esperar
nada eh? pero lo que sí tengo claro es que el karma existe! ;-)
Además, no nos olvidemos también de ser agradecidos con nosotros mismos, con lo que tenemos, con lo que hemos conseguido, con vivir cada día, con tener a nuestra familia y amigos alrededor, con el trabajo que tenemos (ya que muchos no pueden decir lo mismo)…
En definitiva, demos GRACIAS de poder disfrutar de la vida (con sus cosas buenas, malas y regulares).
Para terminar, quiero dejar claro
que tampoco soy Teresa de Calcuta ni mucho menos! Si fuera así, estaría de misionera por el mundo… pero sí que me
gusta ayudar (en la medida en que me es posible), hacer el bien y sobre todo
ser agradecida. Y para ser así, hace falta muy poquito.
Está en la mano de
todos comportarnos y portarnos bien. Sólo es cuestión de elegir entre:
- Hacer el bien
- Hacer el mal y fastidiar al prójimo
- Callarse y no ayudar
Y yo siempre elijo la primera
opción, porque es con la que me siento identificada, aunque parece que cada día
las más elegidas son las otras dos.
Ahhh y que no se me olvide… Si
tenéis 3 minutillos más, no dejéis de leer este post: "Manos que no dais, qué esperáis" de @JessicaBuelga ya que trata de lo mismo, pero enfocado más al mundo profesional y no tanto al personal. A mí me ha encantado y lo suscribo al 100%.
Bueno, pues lo dicho… a ser
buenos y agradecidos vale? que nos irá mucho mejor a todos!!.
Nos seguimos leyendo!!
Besinos,
Rebe
No hay comentarios:
Publicar un comentario