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martes, 13 de junio de 2017

La decisión de ser NoMo (No Mother)!

Hola un día más!

Hoy me apetece dejar por escrito esos pensamientos que me vienen siempre a la cabeza cuando me dirigen frases del tipo:
  • ya verás como te vas a arrepentir cuando seas mayor
  • es una pena que siendo mujer no lo experimentes
  • que triste va a ser tu vida el día de mañana
  • con la gente que quisiera poder y tú que puedes y no quieres
  • pudiéndotelo permitir, no me lo explico
  • me parece muy egoísta por tu parte
  • y tu marido qué piensa de tu decisión?
... y un montón de expresiones más en esta misma línea, provocadas todas ellas cuando digo tajantemente que no quiero ser madre!!

¿Acaso estoy cometiendo un asesinato como para que se me juzgue, discrimine o sea objeto de comentarios?. No puedo entender que la gente siga metiéndose en la vida de las personas... ¿Por qué no vivimos cada uno nuestra vida, en nuestro Mundo y en nuestra casa, sin meternos en otras vidas y otros hogares?..

Para empezar, no entiendo por qué todo el mundo (vale, diré «la gran mayoría de la gente» porque quiero ser optimista y pensar que aún queda gente «normal» q piensa como yo) te tiene que hacer la preguntita de «¿Y los hijos para cuándo?» sólo por el hecho de llevar con tu pareja un montón de años... 
Felices los tres juntos!! (Oscar, Anko y yo)

En mi caso, llevo casada con Óscar 9 años y en total, 14 juntos, ¿Pero es que por tal hecho tenemos que quedarnos embarazados y tener hijos?. 
De verdad que no lo entiendo!! 
Con lo bien que estamos con Anko como «hijo» único!!! ☺

Pero claro, lo peor viene cuando respondes... «es que no queremos tener hijos»!!! 

Buahhhh... ahí es cuando el receptor del mensaje alucina con la respuesta y automáticamente empieza por querer saber el motivo de tal decisión y se pone a especular...que si no eres fértil, que si estamos mal como pareja, que si nuestra economía no nos lo permite, etc... y cuando le aclaras que está muy lejos de la realidad y que es una decisión personal, entonces es cuando suelta las frasecistas de la discordia, a las que por supuesto, no me callo.

¿Tan raro es que no quiera ser madre?, ¿tan raro es que mi marido tampoco quiera ser padre?, ¿tan raro es que lo tengamos los dos muy claro?...
Pues aunque yo no lo veo nada raro, porque todo en esta vida es respetable y cada persona puede hacer con ella lo que considere, os aseguro que mucha gente no lo entiende.
Reconozco que me encantan los niños, que se me dan genial, que tengo un feeling especial con ellos y que de pequeña siempre dije que cuando fuera mayor tendría familia numerosa... pero también es verdad que las personas, con el paso del tiempo, cambiamos de parecer y es eso, precisamente, lo que a mí me ha pasado!. He cambiado de opinión y ya no hay vuelta atrás.

Aunque me casé bastante joven (con 27 años) y nuestra situación, en todos los ámbitos, era positiva como para poder ser padres, tanto Óscar como yo no nos lo planteamos. En ese momento teníamos claro que solamente queríamos disfrutar el uno del otro y que ya veríamos eso de ser padres más adelante...
Pues bien, fue pasando el tiempo y ambos nos dimos cuenta que la vida que queríamos llevar era la que teníamos en ese/este momento y entonces, sin que a ninguno de los dos nos hubiera surgido ese instinto que dicen aparece a modo de señal..., decidimos hablar de ello.

¿Tú quieres ser madre?... 
¿Y tú padre?... y al respondernos mutuamente y valorar muchas cosas, tuvimos claro que no tendríamos hijos!! Sólo encontrábamos respuestas «negativas» que hizo darnos cuenta que no queríamos cambiar nuestras vidas. Vale, quizás muchos penséis que es una actitud muy egoísta por nuestra parte, lo sé y nos lo dice mucha gente... pero sinceramente pienso que más egoísta es traer hijos al mundo para no estar solos el día de mañana, para resolver conflictos de pareja, porque «toca» al llevar X años juntos, por ejemplo, como hacen muchas parejas... así que mejor no entramos en ello no?

La cuestión es que, para ratificarnos en nuestra decisión (aunque ya la teníamos muy clara), empezamos a analizar las amistades que tienen hijos, a nuestros vecinos, a parejas desconocidas con las que te puedes cruzar en un restaurante, en una tienda o en unas vacaciones... y vimos claramente que:
  1. un hijo te cambia la vida (no voy a entrar a pronunciarme si lo hace en positivo o en negativo)
  2. sufres por él desde antes de que nazca (si saldrá sano, etc)
  3. es una preocupación de por vida (por muy mayor que seamos los hijos, los padres siempre están ahí pendientes de todo)
  4. te corta tus alas ya que la prioridad principal va a ser el bebé/niño y tu vida va a rondar a su alrededor
  5. aparecen los conflictos en las parejas por culpa de los niños (que si cámbiale tu el pañal que yo lo hice la última vez, que si báñalo tú que yo estoy cansado, etc)
  6. surgen problemas económicos en las familias (un bebé/niño tiene muchos gastos y no suelen analizarse)
  7. tu trabajo pasa a ser sólo una vía para ganar dinero y dejas de contemplarlo como un medio para querer crecer profesionalmente
  8. tus conversaciones sólo rondan alrededor del niño (que si hoy le cayó un diente, que si empezó a gatear, etc) y la pareja queda relegada a un segundo término
  9. y un sinfín de motivos más...

Y dado que ni Óscar ni yo queremos cambiar nuestras vidas con las metas que tenemos en mente alcanzar, ni dejar de hacer lo que nos gusta, ni tener que depender de nadie, ni hacer las cosas porque sí, ni sufrir de manera gratuita, ni «abandonarnos» el uno al otro por un «tercero», hemos decidido no ser padres!!

En serio es tan difícil de entender? Pues fijaros que yo lo veo hasta muy valiente!! Ambos sabemos que cuando seamos mayores sólo nos tendremos el uno al otro, porque la ley de vida hará que ya no tengamos padres y que los hermanos tengan sus propias vidas con sus parejas, pero aún así, sabemos que seremos felices porque estaremos juntos y es lo que nos consuela!
Y como la decisión es tan firme y tan meditada y decidida, espero que el día de mañana no nos arrepintimos de haberla tomado...pero si llega tal momento, os lo contaré! ;-)

También es verdad que como mujer, claro que muchas veces pienso lo típico de «cómo sería esa sensación de engendrar a un hijo, sentirlo en tu barriga y dar a luz?», o "qué se sentirá teniendo a un hijo si a mi perro le quiero tantísimo?", o la tontería más grande de «a quién se parecería?», o «qué estudiaría»... pero después de esos momentos, es cuando vuelvo a mi realidad en donde sigo teniendo claro que no quiero y que estoy feliz de ser NoMo (No Mother!).

Y ahora, una vez que me he abierto un poquito más con vosotros y así podéis seguir conociéndome, espero que seáis empáticos con esas parejas que piensan como nosotros y sobre todo que no nos juzguéis porque cada uno decide qué vida quiere llevar, vale?.

Muchas gracias por este ratito y nos leemos otro día.
Un besín,
Rebe

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