La de tiempo que hacía que no me pasaba por aquí... Qué desastre! 😓 pero siendo sincera, he de decir que me han pasado tannnntassss cosas en todos estos meses, que ni tiempo tuve para pensar en escribir, así que todas esas cosas vividas se han quedado en mi mundo, sin plasmarlas en el blog. Ya lo siento!
La cosa es que no he encontrado mejor momento para retomarlo que este, ya que es ahora cuando he sentido la necesidad de desahogarme por aquí. Así que ahí voy!!
En estos meses atrás me dí cuenta que NECESITABA UN CAMBIO DE AIRES. Tal cuál... Digamos que todas esas "incidencias" venidas (temas laborales y de salud, básicamente), me hicieron replantearme mi vida y encerrar al miedo que habitaba en mí.
¿De qué sirve levantarse cada día para vivir una vida que no te llena, ni te motiva, ni te hace feliz?. De nada, verdad? pero sí que es cierto que los días pasan y nos dejamos llevar por la monotonía. Y también, que es muy complicado decidir tocar la tecla de "hasta aquí". Pero eso sí, cuando decides tocarla... te vuelves la persona más feliz del mundo.
En mi caso, tenía claro que para reencontrarme a mí misma, necesitaba volver a encontrar una motivación laboral que me hiciera sentirme útil, valorada, eficaz... y eso, pasaba por cambiar de trabajo. Así que me lancé y el día 30 de abril cerré la etapa profesional en la que llevaba metida desde hacía 14 años (ni más, ni menos!).
Vale que no fue una decisión sencilla, máxime cuando tenía lo que estoy segura que muchas personas anhelan: un trabajo que me gustaba, a 10 minutos de mi casa, en mi ciudad, en un sector que me apasiona, rodeada de grandes personas, con un buen sueldo... pero digamos, que lo que hace unos meses/años era perfecto, por circunstancias que no vienen al caso, de la noche a la mañana todo había cambiado y se había vuelto muy negro. Y os aseguro que vivir en esa oscuridad es insufrible e insaluble.
El malestar empezó a habitar en mí y repercutió en mi salud. Y fue ahí cuando tuve claro que debía buscar un nuevo reto profesional y abandonar el que tenía. Y así lo hice.
Y a día de hoy y viendo que cuando se cierra una puerta se abren muchísimas ventanas, me doy cuenta que esa decisión tenía que haberla tomado hacía mucho tiempo...
Con este libro terminado y esta gran decisión tomada, tengo claro que no tenemos que tener miedo a tomar este tipo de decisiones porque, en definitiva, son las que nos demuestran la verdadera personalidad. Por esto mismo, hoy en día (más exactamente desde el día 30 de abril) es cuando más fuerte me siento, más decidida, con más ganas de comerme el mundo, más ilusionada y en definitiva, FELIZ. Y es eso, por lo que realmente debemos levantarnos cada mañana. Tenemos que obligarnos a alcanzar cada día el nivel máximo de felicidad. Os lo recomiendo encarecidamente.
Dicho esto y desde ahora mismo empiezo a escribir la primera hoja del primer capítulo del libro que estoy segura, marcará mi vida.
Me esperan grandes retos..., de los que os iré haciendo partícipes!
Muchas gracias por estar ahí y hasta el próximo post.
Besinos,
Rebeca
